Al día siguiente lo primero que hice fué ir a buscar unas botas que hace años que quiero comprar, pero el artesano que las hace, siempre que he ido, estaba cerrado. Al final una señora me dice que a las 4 de la tarde estará, pero volví y el almacen seguía cerrado. Total que decido quedarme en la ciudad un día más y todo por unas botas, así que voy a buscar a La Marchosa que la tenía en un parking y vuelvo otra vez al camping.
Ahmed ha tenido que trabajar un rato esta mañana con un grupo de turistas, pero mientras él trabajaba yo por fin he conseguido mis botas y estoy muy contento. Son algo caras para lo que son los precios por aquí, pero están hechas de un modo artesanal, y no las he visto en ningún otro sitio de Marruecos, así que las compraba aquí o me quedaba sin ellas. Seis años he tardado en conseguirlas.
Cuando me encuentro con Ahmed se lo explico y como yo estoy hambriento como siempre, nos vamos a cenar. Le digo que en la mezquita parece ser que sólo entra gente mayor para la oración, él me dice que no, y como prueba, se va a la mezquita a hacer sus oraciones mientras yo le espero en el café. Caminando por la ciudad de repente Ahmed se acuerda de un hamman que vale la pena visitar y hacia allá que vamos los dos. El dueño hablaba muy bien castellano con acento andaluz y fue muy amable el tiempo que estuvimos hablando con él. El local es caro, pero creo que la próxima vez que vuelva, no me pierdo un baño y un masaje. Compro unos jabones naturales para mi madre y para Ahmed y nos despedimos del dueño. Como ya es un poco tarde, Ahmed me acompaña hasta un taxi, me despido de él hasta otro año y me voy al camping. En el camping representa que hay wifi, pero ayer no iba por el mal tiempo, ya veremos hoy. Me voy al restaurante que es donde está el wifi, pido un té y abro el ordenador. Voilá, funciona. Y desde esta mesa del camping de Chef Chaouen, envio mi primera crónica. Alrededor mio 4 personas mas, cada una de ella con su ordenador portátil, incluso había una pareja que cada uno llevaba el suyo. Dejo pasar un rato mientras escribo y más tarde me voy a dormir, pues mañana si que me voy de Chef Chaouen con mis botas puestas. Me tomo un par de tequilas en la furgo y a la pitra, que mañana será otro día.
Vaya nombre, asesinado por impotencia.Eres la hostia¡¡ Para hacer esas fotos de Chauen habrás tenido que andar un rato no? Ya le diré al Juan que te siga sino no se va ha enterar. Un saludo a Hamed. Hasta la próxima
ResponderEliminarNo esta mal el relato, pero el tercer dia ya es
ResponderEliminarmas corto........hmmmmmm, pero me gusta. A ver que mas nos cuentas