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jueves, 26 de mayo de 2011

Noemi vuelve a la pasarela

Estaba en el hospital intentando conseguir una cita para una resonancia, cuando el pequeño administrativo de detrás del mostrador me pregunta.
-¿Qué desea?
-Pues traigo estos papeles para que den día y hora para una resonancia.
-Ningún problema.
-No, ningún problema no. Pues no quiero ir a la clínica Cruz Blanca.
-¿Como?
-Pues eso, que no quiero volver a esa clínica de pijos con la mejor asistencia médica privada a precios asequibles.
-No entiendo, qué quiere decir.
-Vamos a ver, sino está usted sordo, no quiero volver a que me atiendan en esa clínica tan elitista, donde solo va gente de prestigio y con traje y corbata. Y un informe financiero debajo del brazo para saber de que nivel económico eres. Yo suponía que solo tenía que llevar mis informes médicos, pero no el estado de mis cuentas bancarias.
-¿Y que quiere que yo haga?
-Pues nada, que me busque otra clínica.
-Pero es que....
-No nada, yo a esa clínica no vuelvo.
-Pues ya me dirá que hacemos.
-Si usted no lo sabe yo menos, pero si quiere se lo explico mejor.
-¿Que quiere decir?
-Salga del mostrador y se lo explico.
El Sr. naturalmente no quería salir del mostrador, pero insistí tanto que al final conseguí que levantara sus gordas posaderas y saliera al pasillo.
-¿Usted me ve? le pregunté.
-Si.
-Pues mire ahora.
Y ni corto ni perezoso y ante todo el público aplaudiendome, comencé a contonearme como una aúntetica Naomi Campbell, si como la sopa; en un pasillo que no media mas de 10 mt, pero que servía perfectamente para mi propósito. Caminé hacia adelante, giré, caminé de vuelta atrás, giré, caminé hacia adelante, giré y caminé de vuelta atrás.
Que locura, todos los pacientes lanzándome flores a mi paso y sin parar de aplaudir.
Cuando el ambiente se sosegó un poco le pregunté al encargado de las citas:
-¿Me ha visto usted bien?
-Si.
-¿Le parezco delgado?
-No.
-¿Cree que soy bajito?
-No.
-Pues entonces vuelva a su sitio y tome nota de que no quiero ir a la Cruz Blanca, donde te atienden como a un perro, sino que me envien a un hospital donde me puedan hacer una "Resonancia Abierta".
-¿Lo ha entendido?
-Si, está clarísimo. No se preocupe que no habrá ningún problema.
Generalmente las otras veces que había ido me daban un número de teléfono y ese mismo día ya tenía cita, pues es una clínica PRIVADA DE MUCHO LUJO, pero esta vez me dijeron que ya me avisarían.
Pasaron los dias y la cita no llegaba. Hasta que después de un mes me llega una carta donde tengo que presentarme para la resonancia en el nuevo hospital de Mataró tal día.
Llega el día de la resonancia y para allá que me voy con mi madre. Cuando llegamos al hospital me dicen que tengo que ir al pasillo XX, y una vez allí preguntar. Llegamos al pasillo y nos dicen que esperemos en la puerta XX. Pasa un rato y nos sale una bata blanca diciendo que en ese hospital no hacen resonancias.
-Oh voila, que est que ce? Jo no compro pan.
Le enseño el volante con la dirección, el día y la hora, pero el hombre de blanco sigue diciendo que allí no hacen resonancias.
Nos vamos a atención al paciente, y una estúpida niña de 14 meses me dice.
-¿Que desean?
-Yo con cara de Mr. Hide le pido dos hojas de reclamaciones.
Me las entrega y cuando me iba, la mesesina me dice que no me las puedo llevar, que las tengo que rellenar allí.
-Mr. Hide al borde de un ataque de nervios contesta, me las llevo porque quiero que las rellene un abogado, y como por aquí no veo a ninguno, así que me las llevo.
Muy enfadada la mesesina dice que no puede ser, que si patatín que si patatán, a la vera vera vera de San Joan.
Total que no recuerdo si rellené allí la reclamación o no, pero al cabo de un tiempo recibo una respuesta a mi reclamación en la que dicen que "Lamentan mucho lo sucedido pero que no saben como puede haber sucedido algo así". Pero no me proponen ni hospital ni cita nueva, solo una respuesta con la que me limpié el trasero, pues el papel hay que aprovecharlo. Pobres arbolitos
Y eso es todo amigos. La próxima visita al médico mas.

En cuanto consiga una copia de la respuesta la incluiré aquí.
Lo que pasó en La Cruz Blanca tampoco tiene desperdicio, pero esa es otra historia.

Todo lo que se cuenta aquí es pura ficción y no tiene que ver nada con la realidad. Los nombres y personajes son todos salidos de una mente enfermiza como la mia.

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