Hoy mi madre se ha llevado una pequeña sorpresa cuando le he dicho que si moría, quisiera que mis organos que fueran aprovechales, se donaran a algún enfermo que los pueda necesitar. El resto de mi cuerpo quiero que sea incinerado y mis cenizas arrojadas en La Cala de la Barca Hundida, en el Cabo Tres Forcas, Marruecos.
En el caso de que quedara parapléjico, me gustaría que me ayudaran a morir.
También deseo que en el caso de que me ocurriera algo de lo anterior, que ni Aurelia Palacios, ni Cándido Moreno, ni Jaume Nadal, ni Sergio Cantalejo y sobretodo Gustavo Pérez, que no se les permita hacercarse a mi duelo ni que mi familia reciba el pésame de ninguno de ellos bajo ningún motivo.
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