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viernes, 17 de mayo de 2013

¡Menisco Fuera!

Ya han pasado unos días desde que me hicieran una artroscopia, habiendo observado mis médicos preferidos una Condropatía de la faceta externa externa rotuliana; Ruptura en asa de cubo del menisco interno; LCA con ruptura y reabsorbido, Y Compartimento externo normal. Realizándome meniscectomia del asa de cubo del menisco interno. Y ya era hora, aunque todo parece ir bien, ahora hay que esperar unos días para ver como me recupero. De momento aquí estoy tirado en el rincón de la basura, esperando; AND I WANT THE WORLD, AND I WANT IT, NOW!
La primera noche me dolíó porque no tenía calmantes ni ningún otro medicamento para calmarme el dolor, que aunque no era fuerte, no me dejaba dormir. Despues de buscar en mi bolsa verde de los milagros, encontré algunas pastillas de bonitos colores y estuve ingiriendo, Nolotil, Diazepan, Myolastán, y vete a saber que contenido  envolvian al resto de ruedas de colores. Y conseguí dormirme un rato.

Aparte estoy inyectandome alrededor del ombligo con una aguja de 28, Clexane.Esto una heparina de bajo peso molecular (medicamentos que evitan la formación de coágulos en la sangre) denominada enoxaparina que actúa evitando la formación de coágulos.Además tomo Diclofenaco. Se recomienda para malestares de la garganta, comunmente. Y no sé para que me lo han recetado si a mi lo que me duele es la rodilla. Me han recetado Omeprazol, pero de estas pastillitas que ni colocan no pienso tomarme ni una, de hecho ni las he comprado. Han pasado varios días y me encuentro mejor, pero para andar hasta el Water tengo que usar las muletas, que gran invento. Curiosidades del quirófano. Como es natural estaba algo nervioso antes de ir al quirófano, así que me dieron algún Diazepán, con tan bajo porcentaje que no creo que me hiciera nada. Estuvo bien que fuera el primero que operaran ese día y que mientras enseñaba mi hermoso trasero tras una bota que no me tapaba la raja, me tumbarán en una camilla, y en un momento ya estaba en ruta. Conducido por Fernando Alonso, sorteamos todas las anchas puertas, pasillos, pisos y recovecos hasta llegar al quirófano. Por primera vez en mi vida me parecieron simpáticas las enfermeras, aunque las amenazé con que si me hacían daño, todos mis malos pensamientos irían hacia ellas. Al cabo de un rato llegó la organizadora de las operaciones, y me pareció tan diferente al día que la conocí, que la dije que estaba muy guapa. Que contenta se puso, que me hizo que se lo repitiera. Supongo que como no me dejaban llevar las gafas, no distinguía muy bien a quien veía. Llegó el anestesista, que me pareció un tipo enorme y agradable, y estuvimos hablando de Estambul,. aunque a mi me gusta la Capadoccia. Empezó poniéndome un poco de anestesia local para adormecerme antes de ponerme la epidural. Cuando me la pusó pegué un bote que maldiciones salieron por mi boca, pero con un poco mas de anestesia acabó por clavármela hasta el fondo. Estaba allí tumbado esperando que viniera el cirujano, rodeado por 4 enfermeras y el anestesista mientras esperaba, pero me dormí antes de que el cirujano llegara, así que si tengo que demandarle, no sé ni quien me operó, pues nunca llegué a verle. Todo parece que fue bien, y permanecí sobre la mesa de torturas hasta que pude mover un  poco las piernas, entonces vino Fernando Alonso y me llevó de nuevo a mi habitación. Una enfermera llegó y me miró el azucar, la tensión y el oxígeno en sangre, parece que todo iba bien, pero yo aún no conseguía que se me levantara, la anestesia me puteaba, y eso que intentaba pensar en los sueños mas eróticos jamás pensado, pero nada, no se levantaba. Y mientras me manuseaban como un andrajo, destapándome mis partes y sacándolas al viento sin pudor. Que si tengo hambre me pregunta una enfermera, pero como no voy a tener si hace 15 h. que no como nada. Me trae un zumo de yerbas y 4 galletas de regimen, pero primero he de beberme una botellita de agua, para ir a mear y eliminar todo lo que me han hecho ingerir. A mi lado un moro había un moro que no sé de que lo operaron y luego llegó un motorista al que una conductora había atropellando creyendo que los stops no servían para nada. Y aquí estaba el pobre hombre, con 6 operaciones en dos años.
Yo andaba loco por poder mover la tita y las piernas, así que en cuanto cambiaron de turno les dije que me encontraba muy bien y que ya era hora de que me dieran el informe de la operación y de irme.
Menos mal que mis hermanos me acompañaron todo el día. Gracias a ellos todo fue mas fácil. Mil gracias al Mudo y al Gordo por la compañía.
Ahora estoy a la espera de que pase otra semana y entonces cuando vuelva a la traumatóloga, ya veremos si me dice cuanta recupeación he de hacer.Y eso es todo de momento.> A los que pensaban que se iban a librar de mi, lo siento, aún sigo vivito y coleando.

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