Agadir

De todas las cosas que quería hacer en Agadir, no me ha dado tiempo de nada, pues me levanto tarde, como debe ser, desayuno tranquilamente, y luego pienso en lo que hacer sino tengo ya algo comprometido del día de antes.
Ayer fuí a comer a casa de Touria, hizo la comida su madre, una cocinera estupenda. Comimos un Tajine buenisimo. Estuvimos hablando un rato, pues casi toda la familia habla español y me dio la ropa sucia que le habia dejado bien limpita. Una familia estupenda. El padre es un Sr. que conoce a todo el mundo, y allá por donde quieras que vas, te dice, ven, entremos aquí que te voy a presentar a un amigo. Después de un rato de presentaciones llegas al final a su casa. Hasta me vino a buscar en donde había dejado La Marchosa.
Por la tarde fuimos al zoco a comprar unas plumas para un caballo, un COMB, que no se lo que es, pero no nos dió tiempo a encontrarlo pues habiamos quedado con la prima de Touria, Karima, para merendar. Llevamos algunos pasteles pero Karima ya tenía la mesa con más pasteles preparados. Tiene una casa preciosa, con un sofá muy bonito que parece de un jeque árabe. Karima estudió empresariales en Plasencia, así que tiene hasta acento español. Es guapa y simpática como toda la familia de Touria, pero no pudimos estar mucho rato, pues Touria tenía que irse a sus clases de inglés. Total que me dejó en el barrio de Hay Salam, barrio que he adoptado y me fuí a una carnicería a comprar unos buenos bistecs para cenar. Cuando llegué a casa me preparé la cena y estuve un rato viendo la película OSAMA, un drama de mujeres afganas en el el tiempo de los talibanes. No acabé de verla y me puse a dormir.
Mañana será otro día y he de cambiar de aires, así que me voy a Merlit mañana, Inchalah, como dicen por aquí.
Ahora me voy a comer Cuscús, pues me ha invitado la madre de Touria. Como veis me paso el día comiendo, aunque antes he de pasar por el zapatero, pues me está poniendo suela a mis viejas babuchas y arreglando tambien las camperas. Si, las camperas, desde Barcelona las he traido mas de 2000 km para que me las arreglen aquí, y es que se puede decir que loco loco no estoy, pero me gusta ese puntito de locura por el cual haces estas pequeñas cosas y no se puede ser más feliz.
Un saludo a todos los que leen este post y a ver si algún día coincidimos en Marruecos. Aunque desde luego yo no hago de guía, solo me dejo llevar, y allá donde voy procuro pasarlo bien.